Oficio de tontos

Tontos son los creen, los que crean, los que buscan el temblor de una palabra, los que se ríen de su sombra, los que se enamoran por nada, los que pierden pero no se pierden, los que se enorgullecen de sus amigos, los que no eligen el camino fácil, los que siempre están ahí, los que piensan que el mundo no está perdido todavía... Bienaventurados los tontos, porque de ellos será el reino de la literatura.

jueves, 16 de junio de 2016

Charla en el IES Albero

Semana atrás visité a los alumnos del Instituto Albero de Alcalá de Guadaíra paa conversar con ellos de La familia Rimaldi (SM). Uno acude a los institutos a dar charlas con la moral alta y las expectativas bajas, pues es sabido que los adolescentes, salvo una inmensa minoría, tienen otros intereses que no son los libros.
Sí, uno acude para ganar alguna adhesión para la causa y sale con una sonrisa en los labios si al menos un pequeño grupo se ha interesado por lo que le has dicho y regresa a casa con ganas de coger un libro.

Mi sorpresa el otro día fue doble, pues, además de que nadie suele ser profeta en su tierra, me encontré con un grupo de alumnos muy motivados que incluso me prepararon una escenificación con los personajes del libro. Alumnos motivados, creativos y curiosos... Chicos como estos quería uno encontrarse en sus clases...

El mundo no está perdido todavía.

Buena culpa tendrán mis queridos Javier Hermida, Rosa o María del Águila, profesores del IES Albero que tan cuidadosamente prepararon el acto. Reconforta saber que en tu ciudad existen tan buenos profesionales de la enseñanza, en contra de todo lo que se suele decir de este gremio.
A todos ellos, profesores y alumnos, mi más cariñoso agradecimiento, mi más profunda gratitud. Espero que se repita el año que viene.

lunes, 2 de mayo de 2016

Los nuevos talentos de Aquí te pillo, aquí relato

Llevo meses apartado del blog y otras distracciones literarias. El motivo es poderoso: he vuelto a dar clases de literatura y la enseñanza o te absorbe completamente o no es enseñanza.
Cumplo ahora siete meses en el Colegio Buen Pastor de Sevilla, en el barrio de Nervión, al que la fortuna me ha puesto en mi camino.
Me he topado con un proyecto educativo que cree ciegamente en la cultura: todas las semanas hacemos visitas culturales, los chicos leen dos libros al mes, aprender a recitar a Espronceda, a debatir en público y raro es el día que no tenemos una conferencia, un libro-forum, una película o una semana de las letras...
Y con un equipo de gente maravillosa, apasionada de su trabajo: Encarnación Buendía, Caty Recio, Mariló Domínguez, y la familia Egea.


Actividad frenética en cultura y sólida formación en valores para educar a ciudadanos. El colegio donde a uno le hubiera gustado estudiar y donde uno quiere llevar a sus hijos.

No es raro que en este contexto, en tan poco tiempo, haya fructificado un taller de creación literaria y la publicación de su primer libro. Todos los martes, fuera del horario escolar, me reúno con una veintena de alumnos con los que debatimos cómo escribir un buen texto literario. Le sorprendería la creatividad y la madurez que pueden tener chicos de doce años a poco que se les dé confianza y algunas bases técnicas.

El resultado de esta experiencia se presentó el pasado día 30 de mayo en la Feria del Libro de Sevilla, escenario de lujo para una puesta de largo que promete muchas alegrías. Se trata de una colección de libros de microrrelatos, titulada Aquí te pillo, aquí relato. Cada número gira en torno a un elemento común: un objeto, lema... En este caso, han sido unas llaves y una frase motivadora: al cruzar por el puente, tiré las llaves al río.
Y el resultado han sido veintidós relatos fantásticos, en el amplio sentido del término.

A lo pocos curiosos de este blog, les tendré al tanto. Les aseguro que la experiencia merece la pena.